Aceite de CBD: Usos y Beneficios

¿Qué es el aceite de CBD?

El CBD es uno de los más de 60 cannabinoides que se pueden extraer del cannabis. El aceite de CBD se puede obtener en varias formas, líquido, crema y hasta como masticable. Su compuesto más conocido del cannabis y su principal ingrediente psicoactivo es el tetrahidrocannabinol (THC). El CBD no es una sustancia psicoactiva, a diferencia del THC, que sí que lo es.

El cáñamo industrial contiene más CBD y unos niveles bajos de THC. No obstante, la marihuana tiene menos CBD y más THC.

Se investiga constantemente sobre las múltiples propiedades medicinales del CBD, comprobandose que  existen una serie de trastornos del cuerpo, cuyos síntomas son aliviados por el CBD.

En el año 2003, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU. permitió que un paciente fuera tratado de trastornos inflamatorios y neurodegenerativos con CBD. La FDA ha aprobado recientemente el uso del CBD en pruebas médicas. Estas pruebas también se usan para ayudar a niños que sufren una forma de epilepsia bastante rara.

Usos y beneficios del aceite de CBD

Con el aceite de CBD podemos aprovechar los beneficios terapéuticos del cannabis sin sufrir los efectos secundarios que provoca fumar. Es una de las opciones más eficaces a la hora de usar el cannabis de forma terapéutica.

Cabe la posibilidad de consumirlo discretamente por aquellas personas enfermas que quieran mejorar su calidad de vida o, incluso, existen padres que se plantean mejorar la calidad de vida de sus hijos con problemas neurodegenerativos con el uso de aceite de CBD. Además, elaborado a partir de aceite de oliva, se puede tomar con distintos tipos de alimentos o utilizar de forma tópica.

También, puede servir para mejorar los problemas cutáneos de enfermedades dermatológicas como la psoriasis y reducir los síntomas más severos de patologías como la esclerosis múltiple.

Respondiendo al incremento de la demanda terapéutica del CBD, los bancos de semillas no dejan de trabajar para obtener genéticas con más contenido en CBD disminuyendo la concentración del THC.

La reducción de los niveles de THC implica también reducir los efectos psicoactivos que muchos consumidores no desean experimentar cuando consumen marihuana con fines medicinales.

Las variedades más recomendadas y utilizadas para la elaboración de aceite de CBD son la Supreme CBD KUSH de Nirvana con un ratio 1:1 (THC 9.5% y CBD 9.5 %) o la White Domina CBD de Kannabia Seed, con un ratio 1:1 (THC 10 % y CBD 10 %). Esta magnífica proporción entre sus componentes psicoactivos y no psicoactivos es lo que las hace ideales para su consumo terapéutico, puesto que mantiene a raya los efectos estimulantes mientras que los efectos terapéuticos son los requeridos por los consumidores interesados en este tipo de efectos.

 

¿Para quién se recomienda el aceite de CBD?

Es conocido que el CBD activa y estimula las respuestas del sistema nervioso del cuerpo. Se ha demostrado que hay dos receptores de cannabinoides en el cuerpo humano y que el aceite de CBD funciona con su componente CBD mejorando las funciones corporales.

El CBD está reconocido por la comunidad científica por su poder analgésico y antiinflamatorio, aunque cabe destacar también sus propiedades anticonvulsivas (eficaces para enfermos de epilepsia), uno de sus grandes potenciales es su capacidad neuroprotectora y regeneradora, que ayuda a frenar enfermedades como la esclerosis múltiple.

El aceite de CBD también se puede recomendar a pacientes con psoriasis.  Las universidades de Nottingham y Reading, en Reino Unido realizaron un estudio, en 2007, que demostró cómo funcionan los compuestos cannabinoides como inhibidores de la proliferación de queratinocitos (células predominantes en la epidermis). En este estudio llegaron al resultado que el cannabis y especialmente al aceite de CBD es una terapia potencial para la psoriasis.

El uso tópico del aceite de CBD sobre la psoriasis disminuye el picor que provoca, y  además es un excelente aliado para hacerlas disminuir de tamaño a la vez que reduce el nivel de inflamación. La reducción de la inflamación en una enfermedad crónica como la psoriasis es sinónimo de una considerable mejora en la calidad de vida de estos enfermos.